¡Hola!
He creado este blog como parte de un trabajo para la asignatura de Informática Sanitaria, pero me gustaría ir más allá y poder ayudaros en lo que necesiteis sobre vuestro embarazo y más tarde sobre la salud de vuestro bebé.
Espero que este blog sea de vuestra ayuda y os resuelva cualquier duda que podais tener.
Gracias por la visita.

jueves, 12 de febrero de 2009

La depresion postparto

Después de nueve meses, por fin llegó el momento, y ahora tienes el milagro de la vida en las manos, ya lo conociste, le viste los ojitos y las manitas, todo es maravilloso pero...


Muchas mujeres se entristecen después del parto, se sienten débiles, y no hay forma de que disfruten verdaderamente de su nuevo bebé. Esto se llama depresión postparto.

Las causas de esta condición son muy variadas y de hecho no se han podido detectar con seguridad. Se ha especulado que puede tener un origen hormonal, pues después de dar a luz el nivel de progesterona baja notablemente y esto puede producir los cambios de humor, de metabolismo, cansancio y demás síntomas de la depresión.

De la misma manera, podría ser un desajuste en los neurotransmisores del sistema nervioso, o incluso podría tener un origen genético. Los estudios se han inclinado por la búsqueda en el campo biológico, pero no hay nada definitivo, lo que se sabe es que para algunas mujeres el parto resulta traumático.

Ahora bien, los síntomas si están bien reconocidos, por lo que se sabe cuándo es momento de preocuparse. Si la sensación de tristeza dura más de dos semanas, se hay desórdenes en el dormir (ya sea insomnio o exceso de sueño), existe un fuerte sentimiento de culpabilidad, la madre rechaza al bebé, o siente pánico, llora sin razón aparente, y muestra agresividad injustificada, definitivamente hay depresión y urge la visita a un médico.

La depresión postparto tiene niveles. Cuando se presentan algunos de los síntomas, pero se quitan en menos de dos semanas, es mejor llamarla tristeza postparto, y no tiene concecuencias serias. Pero, si por el contrario, las alertas persisten e incluso se agraban con tendencias al aislamiento, o inquietudes suicidas, se le conoce como depresión.

En caso de que sea la depresión postparto, ésta puede ser tratada con terapia o incluso con medicamentos antidepresivos, y por lo general es una condición que se supera.

Esta dolencia debe ser considerada seriamente, pues puede desarrollar en la mujer tendencias suicidas, provocar alucinaciones, e incluso llegar a derivar en una psicosis puerperal, la cual es una alteración mental que obliga a la hospitalización, y es muy grave.

El nivel leve o tristeza ataca a un 80% de las mujeres, y dura de dos días a dos semanas. Es el que llamamos periodo de ajuste para que la madre adopte sus nuevas responsabilidades y se acostumbre al bebé.

Pero volviendo a la depresión postparto, hay mujeres que se encuentran en riesgo de sufrirla, aunque debido a la falta de conclusiones, no se puede prevenir del todo. Sólo se sabe que la mayoría de las mujeres que han sufrido esta dolencia, se caracterizan por haber tenido un parto difícil, un embarazo peligroso, carecer del apoyo familiar o de la pareja, no desear al bebé, e incluso por baja autoestima e historial depresivo.

Cuando se tiene depresión postparto es bueno reconocerla a tiempo para no permitir que se agrave. Para esto hay varias medidas que puedes tomar para tratar de controlarte y sentirte contenta.

Primero, no te obligues a nada. Si bien, el bebé demanda tiempo y cuidados no debes dejar de tomar las cosas con calma ni sentirte presionada. Poco a poco se irán acoplando y de eso debes estar conciente. Ádemás, no dejes que la información que te dan otras pesonas te abrume, sigue las indicaciones del médico, del pediatra, pídele ayuda a tu madre o a tu compañero o incluso a una amiga, pero no dejes que controlen tu vida.

Cómo el bebé se despierta a deshoras, eso te cansará mucho y estarás ya cansada por el esfuerzo del parto, por eso es aconsejable que acomodes tu sueño a las horas de dormir del bebé, así descanasarás bastante. Luego, no te reprimas si deseas llorar, hazlo. Los sentimientos acumulados provocan explosiones posteriores no agradables.

Por último, levántate tú misma la moral. Trata de sentirte mejor contigo misma, date baños de relajamiento, busca un régimen de ejercicios que te ayuden a recuperar la línea, compra ropa nueva, haz planes con tu nuevo bebé a futuro, habla mucho con él, conversa y cuéntale lo que quieras. Y sobre todo no te obligues a hacer algo que no quieres.

El exceso de presión, el querer ser la madre perfecta pueden hacerte muy vulnerable. Tus miedos y dudas son normales, simplemente trata de no dejar que ellos tomen el control, y no temas buscar ayuda. La que mejor sabe qué tan deprimida eres tú, sólo tú puedes saber realmente cuando se te está yendo de las manos y necesitas ayuda profesional. No temas buscarla, pues no eres la única, ni eres una mala madre, simplemente requieres de un apoyo para entender y adoptar tu nueva vida.

Ser madre puede ser lo más maravilloso del mundo, pero para eso hay que tener la actitud, la disposición y el ánimo. No es tu culpa sufrir la depresión, sólo requieres el tratamiento y verás que pronto estará todo bien.

miércoles, 11 de febrero de 2009

La lactancia materna

La leche materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo recién nacido. No solo considerando su composición sino también en el aspecto emocional ya que el vínculo afectivo que se establece entre una madre y su bebé amamantado constituye una experiencia especial, singular e intensa. Existen sólidas bases científicas que demuestran que la lactancia materna es beneficiosa para el niño, para la madre y para la sociedad, en todos los países del mundo.

La leche materna contiene todo lo que el niño necesita durante los primeros meses de la vida. Protege al niño frente a muchas enfermedades tales como catarros, bronquiolitis, neumonía, diarreas, otitis, meningitis, infecciones de orina, enterocolitis necrotizante o síndrome de muerte súbita del lactante, mientras el bebé está siendo amamantado; pero también le protege de enfermedades futuras como asma, alergia, obesidad, enfermedades inmunitarias como la diabetes, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa y arterioesclerosis o infarto de miocardio en la edad adulta y favorece el desarrollo intelectual.

Los beneficios de la lactancia materna también se extienden a la madre. Las mujeres que amamantan pierden el peso ganado durante el embarazo más rápidamente y es más difícil que padezcan anemia tras el parto, también tienen menos riesgo de hipertensión y depresión postparto. La osteoporosis y los cánceres de mama y de ovario son menos frecuentes en aquellas mujeres que amamantaron a sus hijos.

Desde otro punto de vista, la leche materna es un alimento ecológico puesto que no necesita fabricarse, envasarse ni transportarse con lo que se ahorra energía y se evita contaminación del medio ambiente. Y también es económica para la familia, que puede ahorrar cerca de 100.000 pts. en alimentación en un año. Además, debido a la menor incidencia de enfermedades, los niños amamantados ocasionan menos gasto a sus familias y a la sociedad en medicamentos y utilización de Servicios Sanitarios y originan menos pérdidas por absentismo laboral de sus padres.

Por todas estas razones y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP), el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría recomienda la alimentación exclusiva al pecho durante los primeros 6 meses de la vida del niño y continuar el amamantamiento junto con las comidas complementarias adecuadas hasta los 2 años de edad o más.


El comienzo
Es importante que al niño se le ofrezca el pecho precozmente, a ser posible en la primera media hora tras el parto. Después de la primera hora, el recién nacido suele quedar adormecido unas horas. Durante este tiempo, es recomendable que el bebé permanezca junto a su madre aunque no muestre interés por mamar y que se estimule el contacto piel con piel entre ambos (Figura 1). Así, puede ofrecerse el pecho tan pronto como se observe que el niño está dispuesto a mamar (movimientos de la boca buscando el pezón, hociqueo...) y no solamente cuando llore. El llanto es un signo tardío de hambre.


¿Solo pecho?
Cualquier mujer puede ser capaz de alimentar a su hijo exclusivamente con su leche. La diferencia entre unos pechos grandes o pequeños, prácticamente, es la cantidad de grasa que contienen y no la cantidad de glándula productora de leche. Por otra parte, las causas que contraindican la lactancia materna (algunas enfermedades o medicamentos...) son muy raras, casi excepcionales. Hoy en día, casi todas las enfermedades maternas tienen algún tratamiento que se puede hacer sin tener que suspender la lactancia (consulta a tu pediatra).

El principal estímulo que induce la producción de la leche es la succión del niño, por lo tanto, cuantas más veces se agarra el bebé al pecho de la madre y cuanto mejor se vacía éste, más leche se produce. La cantidad se ajusta a lo que el niño toma y a las veces que vacía el pecho al día. La calidad también varía con las necesidades del niño a lo largo del tiempo. Durante los primeros días, la leche es más amarillenta (calostro) y contiene mayor cantidad de proteínas y sustancias antiinfecciosas; posteriormente aparece la leche madura. Su aspecto puede parecer “aguado” sobre todo al principio de la toma ya que es hacia el final de la misma cuando va aumentando su contenido en grasa. Sin embargo, no existe la leche materna de baja calidad; ésta siempre es adecuada al bebé y es todo cuanto necesita.

Un recién nacido sano no necesita más líquidos que los que obtiene de la leche de su madre, no es necesario ni recomendable ofrecer agua ni soluciones de suero glucosado. Antes de darle “suplementos” o cualquier alimento distinto de la leche materna es conveniente consultar con el pediatra.



Duración y frecuencia entre las tomas
El tiempo que cada bebé necesita para completar una toma es diferente para cada bebé y cada madre y también varía según la edad del bebé y de una toma a otra. Además, la composición de la leche no es igual al principio y al final de la toma, ni en los primeros días de vida o cuando el bebé tiene 6 meses. La leche del principio es más aguada pero contiene la mayor parte de las proteínas y azúcares; la leche del final de la toma es menos abundante pero tiene más calorías (el contenido en grasa y vitaminas es mayor).

Tanto el número de tomas que el niño realiza al día, como el tiempo que invierte en cada una, es muy variable por tanto y no hay que establecer reglas fijas. Es mejor ofrecer el pecho “a demanda”. Un niño puede desear mamar a los 15 minutos de haber realizado una toma o por el contrario tardar más de 4 horas en pedir la siguiente, aunque al principio, durante los primeros 15 ó 20 días de vida, es conveniente intentar que el niño haga al menos unas 8 tomas en 24 horas.

Tampoco es aconsejable que la madre o quienes la acompañan limiten la duración de cada toma, el bebé es el único que sabe cuándo se ha quedado satisfecho y para ello es importante que haya tomado la leche del final de la toma. Lo ideal es que la toma dure hasta que sea el niño quien se suelte espontáneamente del pecho.


Otras recomendaciones
La única higiene que necesita el pecho materno es la que se realiza con la ducha diaria. Después de cada toma no es necesario lavar los pechos con jabón, tan solo secarlos. Posteriormente pueden ser útiles los discos absorbentes, cambiándolos tantas veces como sea necesario.

La madre no necesita variar sus hábitos de comida o de bebida. Es posible que la madre tenga más sed, pero no es necesario beber a la fuerza. Solo en el caso de alergias podría ser necesario suprimir algún alimento de la dieta de la madre. Si la madre es fumadora, este es un buen momento para dejarlo, lo mismo que con el alcohol.

En algunas ocasiones, puede ser útil que la madre aprenda a extraerse la leche, bien para guardarla y que alguien alimente al bebé cuando la madre no pueda hacerlo, o bien para aliviar las molestias producidas por un acumulo de leche excesivo en períodos en los que el apetito del bebé disminuye, evitando así que se produzca una mastitis. La extracción de la leche puede hacerse de forma manual o mediante un sacaleches (consulte a su pediatra, matrona, enfermera de pediatría o experta en lactancia). La leche materna puede conservarse en frigorífico unos 5 días y congelada entre 3-6 meses en función de la temperatura.

Parto en el agua

Hay muchas mujeres que buscan alternativas al parto tradicional a la hora de traer un bebé al mundo.

Es una opción para las madres que prefieren un método más natural. En lugar del clásico quirófano, eligen un entorno más íntimo y confortable, en el que sienten que controlan más la situación.
Una vez que empiezan las contracciones, la mujer se sumerge en una bañera-piscina especial con 10 cm. de agua filtrada o potable a unos 37 grados de temperatura.

El medio acuático es muy placentero para la madre debido a que el agua templada relaja los músculos y estimula la producción de endorfinas, disminuyendo la sensación de dolor. Además, acelera la fase de dilatación y reduce las episiotomías al ablandar los tejidos perineales.
Algunos expertos aseguran que la posición vertical que se da en el parto acuático, la misma que se adoptaba antiguamente, facilita la expulsión del bebé gracias a que el peso del bebé hace más presión por acción de la fuerza de gravedad.

En cuanto al bebé, el parto acuático supone una forma menos traumática de venir al mundo. Permite su transición del líquido amniótico, en el que estuvo durante nueve meses, a otro medio acuoso. Mantiene también el mismo calor corporal, pasando de los 37 grados dentro de la madre a la misma temperatura en el agua. Todas las sensaciones del mundo exterior le van llegando poco a poco. Primero los sonidos, luego las luces, los contactos, los cambios de temperatura, etc. El bebé tiene su tiempo para irse adecuando a la nueva situación con más tranquilidad. El parto bajo agua favorece la transición del bebé del líquido amniótico al mundo exterior. Todo eso contribuirá para alejarlo de situaciones de estrés que podrían ocasionarle irritabilidad durante el primer año de su vida.



A veces, el trabajo de dilatación transcurre dentro del agua y si la mujer lo prefiere sale de la bañera en el momento de la expulsión. Sino, una vez que el niño nace, se pasa a la mujer al sillón de parto para la fase del alumbramiento que consiste en la expulsión de la placenta. Si surgiera algún problema en cualquier fase del parto, se puede trasladar a la madre inmediatamente al quirófano para realizar una cesárea si fuera necesario.

Antes de decidirse por este tipo de parto, es importante tener presente que es un método costoso e informarse de los centros donde se practica.


En Galicia, las mujeres embarazadas ya pueden elegir entre el parto tradicional o el natural en bañera. Centros de salud pública de A Coruña y de Pontevedra, ya ofrecen bañeras especiales para la realización de partos con este método. Eso es posible gracias a la gran demanda que se registró de familias el año pasado, unida a una gran acogida entre los profesionales.
Por último, os dejo un video en el que se aprecia como nace un bebé bajo el agua, gracias a que la bañera en la que se realizo es transparente.


Madre a los 40

Cada vez son más las mujeres que tienen su primer hijo después de los cuarenta. Las circunstancias personales y, sobre todo, profesionales hacen que algunas mujeres no puedan plantearse la maternidad a una edad más temprana.

Actualmente, las mujeres dan prioridad a sus estudios, a la seguridad en un buen puesto de trabajo y a una vivienda para poder independizarse. No se plantean ser madres antes de tener una estabilidad económica y profesional, por lo que se produce un inevitable retraso de la maternidad.
Sin embargo, deben tener en cuenta que a partir de los 35 años, pueden tener mayor dificultad para concebir, ya que a partir de esa edad se produce una disminución de la fertilidad, les puede costar más tiempo quedar embarazada que a una edad más temprana.
Ventajas de la maternidad tardía
La principal ventaja de estas madres es la madurez que poseen para hacer frente a la maternidad. Poseen la serenidad y madurez que solamente se consigue con el paso de los años para criar y educar a su bebé.
Con la edad, se alcanza cierta tranquilidad y sosiego y se supera con mayor facilidad las dificultades y los momentos de cansancio inevitables que existen durante el embarazo y en los primeros años del pequeño.

La estabilidad económica y familiar son factores muy positivos para la crianza de un hijo. Sobre todo, porque evita y soluciona dificultades y muchos problemas.

Desventajas del retraso de la maternidad
La maternidad tardía no presenta normalmente problemas para la embarazada, pero sí implica más riesgo para el feto.

A esa edad existe una mayor probabilidad de que el feto presente enfermedades genéticas o malformaciones congénitas, como el síndrome de Down. No obstante, las técnicas han mejorado mucho con los años y los ecógrafos y los análisis genéticos, permiten detectar problemas durante el embarazo que, en muchos casos, tienen solución.
También se ha demostrado que existe una mayor probabilidad de riesgo de cesárea y embarazos de gemelos que en mujeres más jóvenes. Por ello, la mayoría de las mujeres de esa edad, cuando quedan embarazadas les surgen infinidad de temores. Pero, hemos de destacar que tradicionalmente se han exagerado los riesgos y se han creado muchos temores infundados. Además, los avances de la medicina han contribuido a que los riesgos sean menores.
La diabetes y la alta tensión arterial pueden producirse por primera vez durante el embarazo, sobre todo en mujeres mayores de 40 años. Por ello, es muy importante que a esta edad las madres tengan un seguimiento ginecológico desde el comienzo de la gestación de forma regular. Normalmente, son trastornos que no entrañan ningún riesgo ni para la madre ni para el bebé si se diagnostica desde su comienzo y siguen el tratamiento adecuado.

En lo concerniente a la relación con los hijos, la excesiva diferencia de edad puede provocar problemas de comunicación, especialmente en la adolescencia, ya que debido al gran salto generacional, las diferencias en la forma de pensar pueden ser muy pronunciadas.
Como reducir riesgos durante el embarazo
Para reducir riesgos durante un embarazo lo principal es:
  • Acudir regularmente al ginecólogo para que haga un seguimiento del embarazo, detectar posibles complicaciones a tiempo y poner todas las soluciones que esté a nuestro alcance.

  • El ácido fólico es un complejo de vitaminas que suelen tomar casi todas las embarazadas porque ayuda a prevenir problemas en la médula espinal y ciertos defectos de nacimiento.

  • No consumir bebidas alcohólicas durante el embarazo, drogas o medicamentos que puedan perjudicar al feto ni tampoco fumar durante el mismo.

  • Llevar una dieta sana que incluya alimentos ricos en ácido fólico y mantener un peso adecuado según cada persona.

martes, 10 de febrero de 2009

Recupérate de la cesarea

Al tratarse de una intervención quirúrgica, la recuperación de la cesárea es más lenta que la de un parto vaginal. Generalmente, la paciente requiere de cuatro a siete días de observación en la maternidad después del parto.


La recuperación depende en gran medida si la operación fue practicada con anestesia epidural (en el 90 por ciento de los casos) o general. En ambos casos te mantendrán en ayunas varias horas, sobre todo si te han puesto anestesia total, al existir riesgo de náuseas y vómitos. Hay que tener en cuenta que el organismo bloquea el funcionamiento del intestino como medida de defensa y tarda dos o tres días en recuperar el ritmo normal. A eso se debe la hinchazón y molestias en la zona abdominal.


Se aconseja beber poco líquido durante el primer día y al segundo día ingerir un caldo con abundante sal, ya que el sodio ayuda a reactivar el sistema intestinal, complementando con suaves masajes en el abdomen en el sentido de las agujas del reloj.Los médicos consideran importante que la madre empiece a caminar distancias cortas al día siguiente de la cesárea para evitar el riesgo de trombosis o flebitis. No es conveniente que hagas movimientos que comprometan a los músculos abdominales. Para levantarte de la cama, siéntate bien al borde y ayúdate de la fuerza de los brazos para ponerte de pie. Para dar los primeros pasos y sentarte protege la cicatriz con las manos. Es muy posible que al principio te sientas mareada, así que pídele a alguien que te ayude.


La herida debe mantenerse siempre seca, por eso hasta que te quiten los puntos debes cubrirla con un apósito de plástico sobre el vendaje para evitar que se moje. Una vez sin puntos, ponte una gasa si te molesta el roce de la ropa. Si te duele mucho, o notas la zona inflamada o roja, visita al médico que, no es común, pero podría haberse infectado.

El parto por cesárea

La cesárea es el nacimiento del bebé mediante una incisión quirúrgica (corte) en el abdomen (panza) y útero (matriz). Es distinto del parto vaginal, en el que el bebé sale por la vagina de la madre.
El parto natural o vaginal es la forma natural en que los bebés nacen. Sin embargo, hay ocasiones en que no es posible tener un parto vaginal. Es posible que la cesárea sea una opción más segura que el parto vaginal si usted o su bebé tiene ciertos problemas antes o durante el trabajo de parto.


La cesárea es una operación mayor y sólo debe someterse a este procedimiento si su salud o la de su bebé está en peligro. Es posible que su médico le sugiera tener una cesárea con motivo de los siguientes problemas del embarazo:
  • Ya tuvo una cesárea u otras operaciones en el útero.
  • El bebé es demasiado grande para que pase sin riesgos por la vagina.
  • El bebé está de nalgas, con los pies primero o en posición transversal (hombros primero). La mejor posición para el bebé es la cabeza primero.
  • El trabajo de parto es demasiado lento o se detiene.
  • Tiene un prolapso en el cordón umbilical (el cordón umbilical cae hacia la vagina donde corre el riesgo de quedar aplastado o aprisionado durante el parto vaginal).
  • Va a tener un parto multiple.
  • El bebé sufre problemas durante el trabajo de parto que indican que está bajo estrés, como cuando le disminuye el ritmo cardíaco.
  • Usted tiene una condición seria de salud que requiere tratamiento intensivo o de emergencia (como la diabetes o la alta presión arterial).


Procedimiento
Normalmente las cesáreas se realizan en un quirófano especial para este tipo de intervención, y suelen obedecer a los siguientes procedimientos:
  • Aplicación de la anestesia general o local (epidural o espinal), dependiendo de la urgencia. La epidural te hará estar anestesiada desde tu cintura hasta los pies.
  • Colocación de un tubo delgado llamado catéter en la vejiga para drenar la orina durante la cirugía
  • Introducción de una aguja en una vena de la mano o brazo para administrarte líquidos durante la operación y medicamentos en caso de que sea necesario
  • Afeitado y lavado del abdomen.
  • Corte o incisión horizontal por encima del hueso púbico, después de que se observe que estás anestesiada. A veces se necesita un corte vertical; dependerá de la posición del bebé o de la placenta.
  • Incisión en la pared del útero.
  • Extracción del bebé del saco amniótico.
  • Separación y retirada de la placenta.
  • Cierre de las incisiones.Normalmente el proceso de parto por cesárea dura entre 45 minutos y una hora. Si la madre evoluciona bien puede tener a su bebé en los brazos ya en la sala de parto. La recuperación es más lenta que si fuera un parto vaginal. Puede que tenga que pasar unos dos o tres días en el hospital, y luego descansar en casa de cuatro a seis semanas.


La recuperación después de una cesárea toma más tiempo que la recuperación después de un parto vaginal. Después de una cesárea, es común permanecer en el hospital entre 3 y 4 días y que la recuperación completa lleve de 4 a 6 semanas. Por lo general, la hospitalización por un parto vaginal es de 2 días, y la recuperación completa toma menos tiempo que en un parto por cesárea. La cesárea también es más costosa que el parto vaginal.

Entre los riesgos para el bebé encontramos:

  • Anestesia: Algunos bebés se ven afectados por los medicamentos que se le administran a la madre para la anestesia durante la cirugía. Estos medicamentos adormecen a la mujer para que ella no sienta dolor. Pero también pueden ocasionar somnolencia o inactividad en el bebé.

  • Problemas respiratorios: Aunque nazcan a término, los bebé que nacen por una cesárea tienen más probabilidades de tener dificultades para respirar que los bebés que nacen por la vagina.


Y tambien hablaremos de los riesgos para la madre:

  • Algunas mujeres pueden sufrir una o más de las siguientes complicaciones después de una cesárea.
  • Infección en la incisión, el útero u otros órganos pélvicos cercanos.
  • Sangrado abundante que puede dar lugar a una transfusión de sangre.
  • Lesiones en la vejiga o intestinos.
  • Coágulos en las piernas, órganos pélvicos o pulmones.
  • Reacciones a los medicamentos o a la anestesia (medicamentos que la adormecen para no sentir el dolor)

Un número pequeño de mujeres que tienen partos por cesárea muere, asi que no hay porque preocuparse si te vas a someter a una césarea.

Las posturas para el parto

Para poder elegir la postura más cómoda para parir conoceremos primero cuáles son las diferentes posturas de parto.

La elección de la postura de parto es algo muy personal y depende de cada mujer. No existe una postura de parto ideal, la mejor es con la que la mujer se sienta más a gusto en cada momento. Puede ser incluso una combinación de varias posturas a lo largo de todo el proceso de parto.
La posición de parto más extendida en los centros hospitalarios es aquella en la que la mujer está tumbada de espaldas en la mesa de partos con los pies sujetos a los estribos de la mesa, también llamada posición ginecológica.

A pesar de ser la más utilizada, la posición horizontal o en litotomía no es la única opción posible, y tal vez tampoco la más idónea para el buen desarrollo del parto. Existen otras posturas menos conocidas, la mayoría con el tronco en posición vertical, como de pie, sentada, en cuclillas o de rodillas. También en cuadripedia o sobre alguno de los lados.

Hablaremos de las diversas posturas para conocer las ventajas y desventajas de cada una:
  • Parto tumbada: la posición tumbada (en litotomía o decúbito supino) también llamada posición ginecológica es a la que nos hemos acostumbrado pues es la más extendida. Pero ha recibido muchas críticas por la pasividad a la que se somete a la mujer al momento de parir y porque no favorece la fisiología natural del parto.
    Los nuevos protocolos sobre la Estrategia al parto normal dictan que cada mujer puede elegir la postura de parto que desee, incluso hay hospitales que han incorporado mesas de parto especiales para que la mujer adopte la posición que prefiera.
    Las desventajas de la postura horizontal son, por empezar, que va en contra de la ley de gravedad. En lugar de que la presión del peso del bebé facilite la expulsión, la madre no cuenta con esa ayuda natural debiendo empujar al bebé para que atraviese el canal de parto en un plano ascendente, incrementando las posibilidades del uso de fórceps o de cesárea. Un experto en quiropráctica comentaba que la fuerza que realiza la mujer para sacar al bebé estando tumbada es de 20 kilos, una fuerza que se puede disminuir notablemente al cambiar la postura a posición vertical.
    Al estar acostada, el peso del útero comprime los grandes vasos sanguíneos interfiriendo la circulación y la oxigenación del bebé. Además, la pelvis se aplana pues el cócix se aplasta contra la cama estrechando la salida pélvica, lo cual además de interferir en el parto daña la columna de la madre.
    Por su parte, a favor de la postura decúbito supino hay investigaciones que aseguran que presenta menor riesgo de pérdida de sangre durante el parto y de hemorragias después del parto.
    Algunas mujeres que se encuentran tumbadas con las piernas anestesiadas y colgadas sobre los estribos pueden incluso sentirse sometidas, inmovilizadas e impotentes de ser partícipes del parto.
    Lo que permiten otras posturas, que no es posible al estar tumbada con las piernas levantadas, es la libertad de movimiento para adoptar la posición que se considere más cómoda. Se cree que es conveniente el movimiento de la mujer, especialmente en los inicios del parto ya que facilita el progreso del mismo y la tolerancia al dolor de la madre.
    Al hablar de postura de parto nos centramos en la mujer, pero el bebé también es protagonista en este momento y la postura que se adopte también repercutirá en su beneficio. El nacimiento es el primer estrés físico del ser humano y la forma de venir al mundo debe ser lo menos traumática posible.

  • Parto vertical: el parto vertical comprende diversas posturas en las que el tronco se encuentra en posición vertical como por ejemplo de pie, en cuclillas, de rodillas, sentada o semi-sentada.
    En las posturas verticales la ley de gravedad favorece el descenso del bebé por el canal de parto. A su vez, la presión que ejerce la cabeza del bebé va ablandando el suelo pélvico facilitando la dilatación y reduciendo las probabilidades de que se practique una episiotomía, es decir, que haya que realizar un corte para agrandar el orificio de la vagina.
    Precisamente por esa ayuda que proporciona el propio bebé al descender por el canal de parto, algunas investigaciones demuestran que el tiempo de dilatación es menor y el parto es más corto y menos doloroso en posición vertical que en horizontal, aunque en eso depende mucho el umbral de dolor de cada mujer.

  • De pie: al estar la mujer de pie cuenta con el apoyo que le proporcionan sus dos piernas. En esta posición se busca una base de apoyo que puede ser una pared, una barra, una cuerda o mejor, la pareja. Esta posición favorece la oxigenación del bebé.

  • En cuclillas: la salida pélvica se abre a su máxima capacidad (entre 1 y 2cm) facilitando la rotación del bebé y el descenso en un parto difícil.Al ponerse en cuclillas o a cuatro patas, el camino se acorta y los huesos de la pelvis se abren un poco más, lo suficiente para que en algunos casos el niño pueda pasar y el parto no acabe en cesárea o haya que recurrir a la ventosa o al fórceps. Puede requerir menos esfuerzo de puje por parte de la madre. Puede realizarse sobre la camilla o en el suelo.

  • Semi-sentada: es una posición que permite descansar a la mujer, permite el monitoreo fetal a la vez que es una buena alternativa para la matrona o el médico. Al estar incorporada la madre puede visualizar el parto. Hay hospitales con sillones de parto que permiten esta posición.

  • Sentada: el estar sentada sobre un taburete o sobre las rodillas del compañero permite echarse hacia delante para descansar después de cada contracción. También se pueden recibir masajes para aliviar los dolores en la parte baja de la espalda.

Quienes defienden el parto horizontal afirman que la ayuda que proporciona la ley de gravedad la sustituyen las contracciones que van ayudando al bebé a descender por el canal de parto y a encajarse. Asimismo, algunos médicos apuntan a que en posición vertical tienen menos control sobre la situación en caso de presentarse alguna complicación como sufrimiento fetal.

No todo se reduce a horizontal o vertical, la libertad de movimientos al momento de parir permite a la mujer adoptar también otras posturas que aunque son de gravedad neutral, tienen otras ventajas:

  • Tumbada sobre alguno de los lados: permite descansar a la mujer y disminuye las laceraciones del periné

  • Cuadrupedia (en cuatro patas): ayuda a aliviar los dolores de espalda y permite una mayor elasticidad en la zona del periné.

Cualquier de las posturas mencionadas pueden ir variando a lo largo del parto eligiendo una postura para las diferentes fases del parto ya que ninguna resulta cómoda para un largo período de tiempo.

Sea cual sea tu decisión, es recomendable que lo hables antes del parto con tu médico, quien evaluará si tus preferencias son viables según las caracteristicas de tu embarazo y si el centro donde darás a luz cuenta con los medios necesarios.

Coincidiendo con las recomendaciones de la OMS, la postura de parto es una elección muy personal. A lo mejor una no es tan mala ni la otra tan buena, pero lo importante es que sea una decisión propia de cada mujer.

lunes, 2 de febrero de 2009

Etapas del parto


Si te preocupa la duracion del parto, todo depende de si eres madre por primera vez. Se ha demostrado que el parto puede durar de 12 a 14 horas para madres primerizas y unas cuantas horas menos para madres que ya han tenido hijos.

El parto tiene tres etapas. La primera etapa se divide en tres fases -temprana, activa y de transición- y termina con la dilatación completa del cuello del útero. La segunda etapa es la de expulsión, que culmina con el nacimiento del bebé. La tercera, contempla la expulsión de la placenta.

Primera Etapa
El inicio del trabajo de parto varía entre una mujer y otra, siendo las signos más frecuentes la expulsión del tapón mucoso cervical, la aparición de leves espasmos uterinos a intérvalos menores de uno cada diez minutos, aumento de la presión pélvica con frecuencia urinaria, la ruptura de las membranas que envuelven al líquido amniótico (con el consecuente derramamiento del voluminoso líquido) con indicios de secreciones con sangre .

Es generalmente la más larga de todo el parto y empieza cuando el cuello del útero empieza a dilatar para finalizar cuando el mismo está totalmente abierto. Al inicio de la misma podrá observar una pequeña cantidad de mucosidad teñida de sangre (denominada la muestra). Al término de esta etapa las contracciones se vuelven más fuertes y duraderas. Se pueden diferenciar 3 fases en esta etapa:
  • Fase Temprana: Esta fase, que puede ser la más larga de su parto, se caracteriza por contracciones lentas, constantes y suaves que duran de 30 a 60 segundos cada una y ocurren con una frecuencia que puede ir desde los 5 minutos hasta los 30 entre una y otra. Durante esta fase el cuello se adelgaza y dilata entre 2 y 5 centímetros. La cabeza del bebé baja más dentro de su pelvis. Esta etapa tiene una duración promedio de 8 horas para madres primerizas, pero puede ser significativamente más corta o más larga.
  • Fase Activa: Sus contracciones serán más fuertes, con menos espaciamiento entre una y otra (cada 3 a 5 minutos) y con una duración mayor cada una (de 45 a 60 segundos). El cuello se adelgaza por completo y se dilata entre los 5 y los 8 centímetros, lo cual permite que la cabeza del bebé descienda aún más. Podría sentir una sensación de dolor en el recto a causa de la presión que ejerce la cabeza de su bebé, así como malestar en sus piernas. En promedio, esta fase dura entre 3 y 4 horas para la mamá primeriza.

  • Fase de transición: es la más corta pero también la más intensa de su parto. Podría experimentar una combinación de algunos síntomas como náuseas, vómito, temblores, irritabilidad, dolor de espalda, sudoración y fríos. Tendrá contracciones fuertes, posiblemente con picos alternados, con intervalos de 1 a 3 minutos y con una duración de 60 a 90 segundos. El cuello terminará de dilatarse por completo, y la cabeza del bebé empezará a moverse hacia abajo a través del canal de nacimiento. Esta etapa podría durar entre 15 y 90 minutos o aún más.
Segunda Etapa
Esta etapa representa el evento principal, el nacimiento. Durante la misma tendras una sensación intensa de presión y estiramiento. Las contracciones se harán más lentas -cada 3 a 5 minutos- mientras la cabeza del bebé toma posición en la boca de la vagina (coronación).

En esta etapa distinguimos dos fases:


  • La fase temprana no expulsiva, en la que la dilatación es completa, y no existe deseo de pujar ya que la presentación fetal no ha descendido

  • La fase avanzada expulsiva, en la que al llegar la parte fetal al suelo de la pelvis, se produce deseo de pujo materno. Es deseable no forzar los pujos hasta que la madre sienta esta sensación, para no interferir con el normal desarrollo del parto.

Una vez que la cabeza sale, los hombros y el resto del cuerpo le siguen más fácilmente. El recién nacido deja oír su primer llanto, lo cual le permite empezar a respirar por sí mismo. En un primer parto, esta etapa toma 2 horas o un poco más, pero las madres que ya han tenido uno o más bebés previamente pueden esperar un tiempo mucho más corto.


Tercera Etapa
Esta etapa final empieza después de que el bebé ha nacido y termina cuando la placenta se separa de la pared del útero y es expulsada a través de la vagina. Es la más corta y puede tomar alrededor de 20 minutos. Experimentaras aún algunas contracciones, pero son mucho menos dolorosas.


Comienza en la expulsión de la placenta, el cordón umbilical y las membranas; esto lleva entre 5 y 30 minutos. El descenso del cordón umbilical por la vulva después del parto es una indicación del desprendimiento final de la placenta, cuanto más sale el cordón, más avanza la placenta hacia fuera de la cavidad uterina. Ese movimiento natural del cordón umbilical proporcional al descenso de la placenta se conoce con el nombre de signo de Ahlfeld.

El desprendimiento de la placenta ocurre en dos posibles mecanismos:
  • El primero el desprendimiento ocurre en el centro de la unión utero-placentaria, mecanismo conocido como mecanismo de Baudelocque-Schultze y por lo general son cerca del 95% de los casos.

  • El segundo es menos frecuente, se produce cuando la placenta se desgarra inicialmente de los lados de la unión utero-placentaria, conocido como el mecanismo de Baudelocque-Duncan. Las contracciones uterinas continúan durante el descenso de la placenta, las cuales ayudan a comprimir los vasos terminales del miometrio que pierden su utilidad después del parto, proceso que se conoce en obstetricia como las ligaduras vivas de Pinard.



viernes, 30 de enero de 2009

Etapas del embarazo

Primer trimestre: semanas 0 a 13 (meses 1 a 3)
En este primer período no sentirás demasiados cambios externos, pero si internos. Los primeros cambios hormonales te causarán sensación de fatiga, mucho sueño. Es muy probable que sientas nauseas, mareos y vómitos, quizás sientas antojos de ciertos alimentos o pierdas el apetito. Puedes tener acidez o indigestión. Puedes aumentar de peso o quizás perder algunos kilos. Puedes estar muy estreñida. Las glándulas mamarias se agrandan e inflaman, lo que hará que te duelan o molesten. Las areolas, las áreas que rodean al pezón se agrandan y oscurecen. A medida que el útero crece, quizás tengas ganas de orinar más seguido de lo normal.


Durante el primer mes comienza a formarse la médula espinal y a diferenciarse la cabeza del feto, hacia el final del primer mes su corazón empieza a latir. En el segundo mes se empiezan a formar los rasgos faciales, y las extremidades. En el tercer mes pasa de llamarse embrión a feto, tiene piernas y brazos, quizás ya es posible distinguir su sexo. Ya mueve mucho sus brazos y piernas.


En este período de gestación las probabilidades de un aborto natural son mucho más altas que en las otras etapas del embarazo, por lo tanto deberás prestar cuidado más que nada a lo que consumes: alcohol, drogas, medicamentos, además de otros factores más específicos que deberás consultar con tu médico. Si precisas medicación de algún tipo consulta con el médico, él sabrá decirte que puedes y que no puedes tomar.

Segundo trimestre: semanas 14 a 27 (meses 4 a 6)
Aquí las posibilidades de abortar disminuyen notablemente.
Seguramente las nauseas y vómitos disminuyan o desaparezcan totalmente, así como también la sensación de fatiga y el dolor de senos. Tu apetito aumentará, lo que te llevará a un aumento de peso. Este incremento de peso deberá ser controlado mensualmente. No debería superar los 300 gramos semanales. El exceso de aumento de peso puede causar problemas.

El tamaño del útero aumenta considerablemente, puede causarte molestias en el abdomen, ya que el mismo se agranda. Se estiran los ligamentos que sostienen el útero, por lo que puedas sentir dolor de uno u otro lado. Debido a que el transito intestinal de la embarazada se hace lento, sumado a que el útero presiona cada vez más toda la zona del vientre, pueden aparecer hemorroides. Por esta razón es muy importante la dieta que ingieras, es recomendable verduras, frutas y sobre todo fibra.

También pueden aparecer várices, por la presión del útero a la circulación de las piernas, por eso se recomienda algún deporte que favorezca la circulación. Lo mejor es que te muevas, o sea, camina, trata de estar en movimiento, el embarazo no es una enfermedad.

La piel del abdomen y las mamas se estiran, y pueden aparecer estrías. Puede ser que sientas picazón en la piel de estas zonas. Puede aparecer una línea de color oscuro atravesando el abdomen, hasta el pubis. Es común el hinchazón de pies y tobillos. Las areolas de los pezones se pueden oscurecer. Se puede sentir el útero en la parte baja del abdomen. Alrededor del 4 o 5 mes, en las 20 semanas, comenzarás a sentir el movimiento del bebé.

En esta etapa el cerebro del feto se desarrolla a gran velocidad, se pueden constatar períodos de sueño y vigilia, ya puede comenzar a reaccionar a estímulos auditivos. Sus ojos y orejas están bastante desarrollados. Su piel es muy fina y delicada y está recubierta de vérnix caseosa, y de bello muy fino (lanugo). Ya esta ubicado en su posición natural. El feto se mueve mucho, gira, patea. Casi todos sus órganos vitales ya están formados y algunos ya comienzan a funcionar.


Tercer trimestre: semanas 28 a 40 (meses 7 a 9)
En este período comienza la posibilidad de que el bebé sobreviva en caso de un parto prematuro, en una unidad de cuidados intensivos.

El bebé ya tiene un tamaño considerable y puede causar molestias e incomodidad a la embarazada. Quizás te resulte difícil encontrar una posición cómoda, sobre todo para dormir, y quizás sientas que no puedes inhalar aire con profundidad. Sentirás la sensación de que te falta aire. Es que el útero a medida que crezca estará ejerciendo más y más presión en los demás órganos de tu cuerpo, y los pulmones sentirán una falta de aire. Hay ejercicios especiales que pueden ayudarte a sobrellevar la situación.

Los problemas de estreñimiento y hemorroides pueden agravarse, por lo que deberás prestar más a tención a los mismos. Sentirás la necesidad de orinar cada vez más seguido, tambien de noche, lo que se llama nicturia. Puede haber una mayor retención de líquidos, por lo que se te pueden hinchar los tobillos, manos y cara. Puedes tener gran acidez, ya que el estómago estará tan comprimido que los líquidos del estómago refluyan con más facilidad. Es aconsejable alimentos sanos, comer en pequeñas cantidades y varias veces al día, tomar lácteos y comer gelatina que te ayudarán a aplacar la acidez. Nada de te o café.

El líquido amniótico disminuye, a medida que el bebé acumula grasa a gran velocidad. Ya es capaz de ver y oír, incluso de llorar. En las últimas semanas ya se colocará de cabeza, con la misma encajada en la pelvis. Ya habrá desaparecido casi totalmente el bello (lanugo) que lo cubre. Sus huesos se endurecen, salvo los de la cabeza que permanecen blandos para el parto. Sus pulmones están casi totalmente desarrollados. Sus papilas gustativas ya están desarrolladas. Los ojos ya se le abren y cierran, responden al estímulo de la luz.
En las últimas semanas se empiezan a notar las primeras contracciones uterinas, se las llama contracciones de Braxton-Hicks, no causan dolor y es la forma en que el cuerpo se prepara para el parto. El cuerpo de la madre le transferirá al bebé inmunidad temporal contra enfermedades infantiles (como las paperas y el sarampión). El bebé estará protegido hasta que se vacune.
Además hay menos movimiento, eso se debe a que hay menos espacio para que el bebé se mueva.

Te sentirás repleta, a punto de estallar, los órganos apretados, incomodísima. Si te acuestas de costado quizás sientas dolor en las caderas. Puedes colocar una almohada entre las piernas para sentirte más cómoda.

De un día para otro sentirás y verás como tu vientre baja, ya que el bebe se encajó en el pubis, y de esta manera sentirás un alivio en la respiración. Es uno de los primeros indicios de que el momento del parto se acerca.

Tu médico te dará una fecha estimada de parto pero la mayoría de las mujeres entran en el parto alrededor de dos semanas antes o después de la fecha estimada, entonces es importante que cuando se acerque esta fecha, prestes atención a determinados mensajes de tu cuerpo como alerta de que el parto está por llegar.

lunes, 26 de enero de 2009

El parto natural

El parto natural es una manera de dar a luz “con poca tecnología”, permitiendo que la naturaleza siga su curso. Puede incluir lo siguiente:



  • Vivir el trabajo de parto y el parto sin la ayuda de medicación (ni siquiera de analgésicos como la anestesia epidural)


  • Recibir escasa o nula atención médica, como el monitoreo fetal continuo, las cesáreas o las episiotomías


  • Permitir que sea la mujer quien conduzca el proceso del trabajo de parto y el alumbramiento, de la forma que le resulte más cómoda.


Muchas mujeres con embarazos de bajo riesgo eligen el camino natural para evitar las complicaciones que pueden generar los medicamentos en ellas o sus bebés. Los analgésicos pueden afectar el trabajo de parto; por ejemplo, bajar la presión arterial, reducir o aumentar el ritmo del trabajo de parto, provocar náuseas y generar sensación de confusión y falta de control.



No obstante, son muchas las mujeres que eligen el parto natural para estar más en contacto con la experiencia del nacimiento y vivir el parto con mayor protagonismo. Muchas de ellas prefieren dar a luz en entornos no hospitalarios; por ejemplo, en centros de alumbramiento donde se hace hincapié en el parto natural. Las mujeres tienen la libertad de moverse durante el trabajo de parto, adoptar las posiciones en las que se sientan más cómodas e incluso bañarse en un jacuzzi. Se le hacen monitoreos fetales frecuentes al bebé, por lo general con un equipo doppler portátil. Con frecuencia se recurre a técnicas para aumentar el confort, como la hidroterapia, los masajes, las compresas tibias y frías, la visualización y la relajación. Las mujeres pueden comer y beber lo que deseen, mientras dura el proceso.


Distintos profesionales del área de la salud pueden trabajar en el centro de alumbramiento: enfermeras calificadas, enfermeras obstétricas calificadas y doulas (especialistas capacitadas para la asistencia durante el parto y para suministrar cuidados posparto), que se desempeñan como asistentes del parto.



Las investigaciones indican que, durante el trabajo de parto, el apoyo permanente de una mujer con experiencia y capacitada, como una matrona, puede reducir la duración del trabajo de parto, la cantidad de medicación necesaria y las posibilidades de que se deba practicar una cesárea. Además, la participación de estas mujeres genera una sensación más positiva cuando termina el parto.



Además del padre, es posible que se permita el ingreso de otros hijos, abuelos y amigos para presenciar el parto (algo común en los centros de alumbramiento). Después del nacimiento, el bebé puede permanecer más tiempo con la madre.



Si su embarazo es de alto riesgo, lo indicado es que el parto se lleve a cabo en un hospital, donde pueda recibir la atención médica necesaria, sobre todo, ante una emergencia.



Lo relevante frente a un parto natural es que elige cómo contrarrestar el dolor. Cada mujer encuentra el método que mejor funciona para ella. Muchas pueden controlar el dolor canalizando la energía y enfocando la mente en algún otro pensamiento.



Las dos filosofías relativas al parto natural que predominan son la técnica Lamaze y el método Bradley. La primera de ellas enseña que el parto es un proceso normal, natural y saludable, pero adopta una postura neutral respecto de la medicación para el dolor y alienta a las mujeres a tomar decisiones racionales sobre lo que es mejor para ellas.



En tanto, el método Bradley pone el énfasis en un enfoque natural del nacimiento y en la participación activa del padre del bebé como asistente del parto. Un objetivo importante de este método es evitar toda medicación que no sea absolutamente imprescindible. El método Bradley también se centra en la buena nutrición y el ejercicio durante el embarazo, así como en las técnicas de relajación y de respiración profunda durante el trabajo de parto. Si bien el método Bradley recomienda vivir el parto sin medicación, las clases también preparan a los padres para complicaciones o situaciones inesperadas, como una cesárea de emergencia.



Si bien suele considerarse que el parto es una de las experiencias más dolorosas de la vida, esto varía ampliamente de una mujer a otra e incluso de un embarazo a otro. Las mujeres viven el dolor del trabajo de parto de distintas formas. Para algunas se parece al dolor menstrual; para otras, es una presión aguda, y para otras consiste en oleadas muy fuertes que se asemejan a los retorcijones abdominales. Por lo general, las madres primerizas manifiestan que el dolor es más fuerte, en comparación con lo que dicen aquellas que ya han dado a luz a otros niños.



En cuanto el tiempo que dura el parto, se puede señalar que en algunos casos, el bebé llega después de unas pocas horas, pero muchas mujeres pasan un día entero en trabajo de parto o incluso más tiempo. Ya sea que se decida por recibir medicación o no, el cuerpo de cada mujer reacciona de manera diferente ante el trabajo de parto.



En general, el parto natural es muy seguro. Sólo se torna riesgoso si una mujer no sigue las recomendaciones del médico que la asiste o si se niega a permitir la intervención médica cuando las cosas no salen como se planearon. Por su propio bienestar y el de su bebé, es importante que esté abierta a otras opciones si las cosas se complican. Rechazar atención médica en caso de emergencia puede poner en riesgo su vida y la de su bebé.



Al igual que le ocurre a toda mujer que acaba de dar a luz, es probable que tras el nacimiento de su bebé se sienta agotada, y lo más seguro es que usted y su hijo desearán dormir lo más posible; también sentirá frío o temblores, es normal que muchas mujeres tiemblen después del parto; sentirá contracciones uterinas, en especial si está amamantando, y también experimentará dolor y molestias en la vagina y en la zona que la rodea; por último, es posible que tenga la abrumadora sensación de haber concretado un logro, con la satisfacción de saber que lo hizo por sus propios medios.



El parto puede doler más de lo que usted se imagina. Algunas mujeres expresan el deseo de no recibir ningún tipo de analgésicos, sin embargo, terminan cambiando de opinión cuando comienza el trabajo de parto. Esta situación es muy común y absolutamente entendible. Si el dolor resulta intolerable, no debe sentirse mal por solicitar medicación. Dar a luz es una experiencia hermosa y gratificante, sin intervención médica o con ella.

domingo, 25 de enero de 2009

Belleza y cuidados para la embarazada

El embarazo provoca cambios evidentes en el aspecto físico de la mujer: el tamaño del útero y los pechos aumentan, aparecen manchas en la cara, estrías en los pechos y celulitis en las nalgas .... Sin embargo, estar embarazada no significa renunciar a estar guapa. Durante este periodo algunas mujeres se sienten llenas de vitalidad y otras poco atractivas.

La mayoría de los cambios se producen por el aumento de los niveles de estrógenos y progesterona que preparan el cuerpo de la mujer para el embarazo, aunque también pueden influir factores genéticos. Es decir, si tu madre tiene estrías o celulitis probablemente tú también puedas tenerlas.


Por último, debes saber que el mejor aliado para el cuidado de tu aspecto durante el embarazo es la constancia y la prevención y que la mayor parte de estos cambios desaparecen después del parto.


En la aparición de estos problemas de carácter estético también inciden factores externos como:



  • La alimentación

  • La hidratación

  • El ejercicio moderado

  • El peso
LA ALIMENTACIÓN
La alimentación desempeña un papel importante a la hora de mantener un buen aspecto durante el embarazo. La mujer debe llevar una alimentación rica y equilibrada. Los alimentos, que contienen vitaminas E, C, B5, ayudan a eliminar sustancias tóxicas del organismo, reparar y mantener los tejidos y estimular la regeneración del crecimiento de la piel o las uñas.
Estas vitaminas se encuentran en alimentos como los huevos, el pan integral, pescado, almendras, pipas de girasol, el kiwi, las fresas o las naranjas...

LA HIDRATACIÓN
La hidratación es fundamental para que el cuerpo de la mujer funcione mejor, sobre todo, durante el embarazo. Beber aproximadamente dos litros de agua favorece la circulación sanguínea, ayuda a eliminar toxinas innecesarias del organismo y a reducir la retención de líquidos.
El agua, además, es el mejor aliado contra la sequedad de la piel, las estrías, la celulitis, las varices o la sensación de piernas cansadas durante la gestación.
En el mercado, también, existen multitud de productos cosméticos para el cuidado del rostro y del cuerpo que protegen y aportan elasticidad a la piel como las cremas hidratantes. Sin embargo, alguno de estos productos contienen componentes que podrían afectar el desarrollo del feto durante el embarazo. Por ejemplo, las cremas que contienen vitamina A o Retinol son muy peligrosas durante este periodo.
Consulta con tu ginecólogo si sigues un tratamiento especial para la cara o cuerpo o ante la mínima duda sobre el uso de determinadas lociones. Por ejemplo, el Isotretinol y el Etretinato son medicamentos que se utilizan para los casos severos de acné y psoriasis. Estos tratamientos deben suspenderse durante el embarazo ya que está comprobado que producen defectos graves en el feto y que el riesgo de padecer un aborto espontáneo también es mayor.

El EJERCICIO MODERADO
Los masajes y el ejercicio moderado son beneficiosos para tonificar los músculos y mantener la flexibilidad muscular durante el embarazo. Los ejercicios más recomendables son aquellos que no requieran un gran esfuerzo físico como caminar o nadar.

EL PESO
Es importante cuidar el peso durante el embarazo. Lo normal es aumentar entre 9 y 15 kilogramos a lo largo de los nueve meses de embarazo, pero este intervalo depende mucho de la constitución de cada mujer.


CAMBIOS EN LA PIEL
Durante el embarazo el cuerpo experimenta múltiples cambios a nivel inmunológico, endocrino, vascular y metabólico y la piel es particularmente susceptible a estas alteraciones.Por esta razón es normal que se experimenten cambios y trastornos en la piel durante todo el período de la gestación.

Picazón.
Es muy común la aparición de picazón durante el embarazo.
Puede obedecer a múltiples causas pero es frecuente que se relacione con un disturbio funcional del hígado, inducido por las hormonas del embarazo.
Usualmente se presenta durante el segundo o tercer trimestre del embarazo y es muy importante que su médico lo sepa durante su consulta de rutina.
Para aliviar la picazón pueden utilizarse lociones naturales a base de avena, ya que la misma tiene efecto suavizante, calmante y antipruriginoso sobre la piel.
También para el baño son útiles los substitutos del jabón, llamados Syndets, por no contener detergentes, colorantes, ni perfumes.
Si además poseen avena, se suman las propiedades de ésta.


Manchas en la piel
El 90% de las mujeres embarazadas experimentan la aparición de manchas oscuras en la piel como consecuencia de una hormona que se encuentra incrementada por el embarazo.
Esta hormona induce el aumento de la producción del pigmento en la piel (melanina), causando el oscurecimiento en las areolas, en la región genital y en la línea media del abdomen.
Incluso puede notar que los lunares se han oscurecido y ante esta circunstancia es aconsejable consultar al dermatólogo.
Estas manchas y cambios de pigmentación suelen aparecer durante el segundo o tercer trimestre del embarazo y desaparecen luego del parto.
Otra mancha frecuentemente observada en casi el 70% de las embarazadas, es el melasma, también conocido como la “máscara del embarazo”.
Su nombre se debe a su localización preferente en ambas mejillas, dorso de la nariz y/o frente.
El melasma también puede aparecer en mujeres que ingieren anticonceptivos orales.
Una medida eficaz para evitar la progresión de la pigmentación en la piel es el uso de pantallas solares, ya que la exposición solar empeora la situación.
Si luego del embarazo las manchas persisten pueden realizarse tratamientos con cremas o geles aclarantes con resultados muy satisfactorios.

Dieta saludable durante el embarazo

Durante el embarazo es muy importante cuidar la alimentación de la mujer gestante, ya que es decisiva para el buen desarrollo del feto.
No se trata del tópico de "comer por dos". Se trata más bien de comer bien en cuanto a calidad pero no en cuanto a cantidad.


La dieta que debes seguir durante el embarazo debe ser variada y completa:
  • Cocina de forma sencilla, evitando los fritos.
  • Seleciona en tu menú diario una ración abundante de fruta fresca, verdura, lacteos , carne , pescado, y frutos secos.
  • Aficionate a respetar los horarios de tu dieta.
  • Haz cinco comidas al día.
  • El comer muchas veces poca cantidad te ayudará a hacer mejor las digestiones, ya que conforme avanza el embarazo, el estómago ve reducido su espacio abdominal y las digestiones se hacen más pesadas.
  • Bebe al menos dos litros de agua al día.
  • Disminuye la sal añadida a la hora de cocinar. Puedes usar condimentos como el ajo o el limón, que además tienen propiedades beneficiosas para el organismo. El hecho de que disminuyas la cantidad de sal te ayudará a no retener tanto líquido, y el beber mucha agua te hará eliminar. Te notarás menos hinchada, sobre todo los pies.


Estos consejos te ayudarán a llevar la dieta sana y equilibrada que requiere un embarazo saludable.

sábado, 24 de enero de 2009

¿Qué pruebas se hacen durante el embarazo?

La primera visita al médico sirve, entre otras cosas, para descubrir antecedentes que puedan actuar sobre el embarazo y comprobar si la mujer forma parte de ese 20% que puede estar más expuesto a ciertas complicaciones.
Tras la elaboración de la historia clínica se realiza una exploración física completa: general, mamaria y genital. Después, hay que hacer un análisis y una ecografía.
Las siguientes visitas se suelen realizar hasta el séptimo mes con una frecuencia mensual; quincenal en el octavo; y semanal en el último mes de embarazo.
Corresponde al médico decidir cuántas ecografías hay que efectuar y en qué momento del embarazo. Por lo menos, se realizan tres. Igualmente, él decidirá qué pruebas son las idóneas para comprobar el bienestar del feto y de la futura madre.

La ecografía
La ecografía es una prueba de gran importancia en el curso de un embarazo pues permite controlar una correcta evolución, diagnosticar muchas patologías y posee la gran cualidad de completa inocuidad para el feto/embrión y la madre.
Se deben realizar un mínimo de 3 ecos durante una gestación normal y sin riesgos. La primera será entre las 6-12 semanas, la segunda entre las 16 - 20 y la tercera a las 32 semanas.



La fluxometría-doppler
Es una exploración indolora que se realiza durante la ecografía. El ginecólogo obtiene más datos, pero para la mujer no cambia nada. Por ejemplo, permite comprobar si la sangre llega bien a la placenta y de ésta hasta el feto. Normalmente, sólo se realiza si hay sospechas de un déficit de aporte sanguíneo al futuro bebé.
El triple screening
Se realiza entre las semanas 15 y 20 del embarazo y consiste en la medición en sangre materna de unos marcadores bioquímicos (alfa-fetoproteina y beta-HCG) que suelen encontrarse en fetos afectados con síndrome de Down, anencefalia o espina bífida.Los resultados no constituyen un diagnóstico, sino que son solamente el cálculo de un índice de riesgo. Esta prueba no conlleva riesgo alguno.
La amniocentesis
Se obtiene una muestra del líquido amniótico introduciendo una aguja a través del abdomen y del útero. La prueba se realiza con la ayuda de una ecografía para poder detectar cuál es el mejor punto para hacer la punción. Permite determinar alguna anomalía en los cromosomas, como el síndrome de Down o mongolismo y defectos genéticos.No es un proceso doloroso, aunque provoca algunas molestias en el punto donde se ha introducido la aguja. Se necesitan algunas horas de reposo para retomar la actividad.El riesgo de aborto espontáneo después de esta práctica es del 1%. Por eso, sólo se recomienda una amniocentesis: Si la embarazada tiene más de 35 años. Los riesgos de tener un bebé con síndrome de Down aumentan con la edad de la mujer. Si la pareja ha tenido un hijo o pariente cercano con defectos del tubo neural (defectos de la espina y cerebro, incluyendo espina bífida y anencefalia). Si es necesario determinar la maduración de los pulmones del bebé.
La biopsia de corion
Al igual que la extracción de líquido amniótico, permite el análisis prenatal de los cromosomas, aunque esta técnica consiste en tomar muestras de la placenta (vellosidades del corion).La ventaja de este análisis sobre la amniocentesis es que puede realizarse a partir de la octava semana, en vez de esperar al segundo trimestre. Con una aguja se llega a la placenta a través del abdomen y del útero, aunque en algunos casos se pueden obtener muestras con una pinza especial por vía vaginal. Este estudio no se realiza en todos los embarazos, puesto que conlleva un determinado riesgo para el bebé.
La funiculocentesis
Sirve para efectuar extracciones o transfusiones de sangre al feto. Se pincha uno de los vasos sanguíneos del cordón umbilical con una aguja guiada a través de una ecografía. Con esta técnica se diagnostican enfermedades en el feto, como la rubeola, la toxoplasmosis o la hemofilia, y se puede valorar el grado de oxigenación de la sangre en caso de que se sospecha una grave dolencia.

viernes, 16 de enero de 2009

Pruebas de embarazo

¿Cómo funcionan las pruebas de embarazo?
Todas las pruebas de embarazo buscan detectar una hormona especial que sólo se encuentra en la orina o en la sangre cuando una mujer está embarazada. A esta hormona, la gonadotropina coriónica humana (hCG), también se la llama hormona del embarazo.


Diferencias entre las pruebas de embarazo de sangre y de orina.
Existen dos tipos de pruebas de embarazo: los análisis de sangre y los de orina. Ambas pruebas buscan detectar la presencia de la hCG, la hormona del embarazo.

Actualmente, muchas mujeres utilizan una prueba de orina, o prueba casera de embarazo (HPT, por sus siglas en inglés), para averiguar si están embarazadas. Las HPTs no son costosas, son fáciles de usar, pueden hacerse en casa, y son privadas. Si una mujer recibe un resultado positivo de una HPT, es necesario que visite a su médico de inmediato. El médico puede confirmar el resultado positivo de la HPT por medio de un análisis de sangre y un examen pélvico.

Existen dos tipos de análisis de sangre que un proveedor de atención médica puede efectuar. El análisis cuantitativo de sangre (o análisis de beta hCG) mide la cantidad exacta de hCG en la sangre. Esto significa que puede detectar cantidades muy pequeñas de hCG, lo que lo hace un análisis muy exacto. El análisis cualitativo de la sangre da una respuesta simple, ya sea positiva o negativa, en cuanto a si está embarazada. La exactitud de este análisis es similar a la de las pruebas de orina. Los análisis de sangre pueden detectar hCG más cerca del comienzo del embarazo que las pruebas de orina.
Los análisis de sangre pueden decirle si está embaraza entre 6 y 8 días después de ovular. Las pruebas de orina pueden determinar el embarazo alrededor de 2 semanas después de la ovulación. Algunas pruebas de orina más sensibles le pueden decir si está embarazada hasta 6 días luego de concebir, o un día después de no haber tenido el período menstrual.


¿Cómo se hace la prueba casera de embarazo?
Existen muchos tipos de pruebas caseras de embarazo, o HPTs, que pueden comprarse en farmacias u otros comercios. Algunas funcionan colocando su orina en un vaso e introduciendo un palillo dentro de la orina, o colocando parte de la orina con un gotero en un recipiente especial. Otras se llevan a cabo colocando un palillo en el flujo de orina. El período de tiempo que tiene que esperar para que el palillo o el recipiente cambie de color o muestre un símbolo (como de más o de menos) varía de una prueba a otra. Todas las pruebas contienen instrucciones escritas. La mayor parte de las pruebas también tienen un número gratuito al que se puede llamar si se tiene alguna duda acerca de cómo hacer la prueba o cómo interpretar los resultados.


¿Qué tan exactas son las pruebas caseras de embarazo?
Las pruebas caseras de embarazo (HPTs) son muy exactas. La mayor parte de las marcas de HPTs dicen tener una exactitud de entre el 97% y el 99%, pero esto puede variar en la realidad. Las distintas marcas varían en sensibilidad para detectar la hormona hCG. Si la prueba no se hace en forma correcta, será menos exacta. Y siempre examine el envase para asegurarse de que no ha pasado su fecha de vencimiento, o el resultado no será exacto. La mayor parte de las marcas de HPTs le indican que repita la prueba algunos días después, cualquiera sea el resultado de la misma.
Si se hace la HPT muy cerca del comienzo del embarazo, puede que no haya suficiente cantidad de hormonas hCG en la orina para dar un resultado positivo. La mayor parte de las HPTs son exactas si se hace la prueba alrededor de la fecha donde debería tener su período (alrededor de 2 semanas luego de que el huevo sale de su ovario). Puede que tenga un resultado negativo si no está embarazada, o si ovuló más tarde de lo que creía.


¿Hay algo que pueda afectar el resultado de una prueba casera de embarazo?
La mayor parte de los medicamentos, tanto de venta libre como recetados, incluyendo las píldoras anticonceptivas y los antibióticos, no deberían afectar los resultados de las pruebas caseras de embarazo. Sólo los medicamentos que contienen la hormona del embarazo hCG pueden causar un resultado positivo falso en la prueba.


miércoles, 14 de enero de 2009

Embarazos gemelares y múltiples


Los embarazos múltiples se producen cuando un útero contiene más de un feto. Muchos padres, al conocer la noticia, se preguntan si sus bebés serán gemelos o mellizos. El embarazo univitelino produce gemelos idénticos (un óvulo fecundado por un espermatozoide), mientras que el embarazo dicigótico produce mellizos (dos óvulos fecundados por dos espermatozoides).

En cualquier caso, ante un embarazo múltiple (sean gemelos, mellizos o trillizos) la mujer debe extremar los cuidados, ya que aumenta el riesgo de complicaciones. Y puede sufrir un mayor número de las molestias típicas del embarazo como la acidez de estómago, el estreñimiento, varices, etc.

¿Cómo se produce?

Cuando un espermatozoide fecunda un óvulo y éste se separa en dos, la mujer queda embarazada de gemelos. Es el llamado embarazo univitelino o monocigótico que puede ser de diversos tipos:


  • Dos placentas (bicorial) y dos bolsas (biamniótico)

  • Una placenta (monocorial) y dos bolsas (biamniótico)

  • Una placenta (monocorial) y una bolsa (monoamniótico)

  • Una placenta y una bolsa con fetos fusionados (siameses)

Este embarazo produce dos gemelos idénticos, del mismo sexo, con el mismo material genético. Por esta razón suelen ser muy parecidos y tienen el mismo grupo sanguíneo, el mismo color de pelo y de ojos.


Puede ocurrir también que dos óvulos sean fecundados por dos espermatozoides, en cuyo caso los bebés serán mellizos o gemelos no iguales. En el embarazo dicigótico, los fetos se desarrollan en dos placentas y dos bolsas, por lo que todos son bicoriales y biamnióticos.
Sus rasgos físicos y sus caracteres hereditarios son distintos. No se parecen más que dos hermanos cualesquiera y pueden ser de distinto sexo. Este tipo de embarazo es tres veces más frecuente que el monocigótico.

Origen

No existe un consenso sobre el origen de los embarazos gemelares. Por un lado, se dice que la posibilidad de tener un embarazo múltiple depende de factores hereditarios, que se transmiten a través de la madre, generalmente, cada dos generaciones. También se habla de factores relacionados con: la raza, ya que hay un elevado porcentaje de embarazos gemelares entre mujeres centroafricanas; la edad, ser mayor de 35 años y el número de embarazos anteriores de la madre.

Las técnicas de reproducción asistida y los tratamientos de fertilidad tienen también una estrecha relación con algunos embarazos gemelares o múltiples, por los tratamientos que se le aplican a la madre para estimular los ovarios.

Diagnóstico de embarazo múltiple.

El diagnóstico temprano es el factor más importante para mejorar el pronóstico en embarazo múltiple. Muchas mujeres sospechan que están embarazadas de más de un bebé, en especial si ya han estado embarazadas.El diagnóstico de fetos múltiples puede realizarse a comienzos del embarazo, en especial si se han utilizado tecnologías reproductivas.

Además del examen y la historia médica completa, el diagnóstico puede realizarse con lo siguiente:

  • Prueba en sangre para diagnóstico de embarazo: Los niveles de gonadotropina coriónica humana (hCG) pueden ser bastante elevados en los embarazos múltiples

  • Ultrasonido: La vía vaginal es la mejor opción para el diagnóstico y después será necesario realizarlo con frecuencia hasta establecer que los embriones están bien formados y con latidos cardiacos presentes. Es necesario desde el inicio establecer si cada embrión viene en su propio saco, o si los dos comparten el mismo, ya que los embarazos en donde hay un saco y dos o más embriones son más propensos a desarrollar complicaciones.

La presencia de gemelos se puede detectar desde antes de la semana 8 del embarazo mediante ecografía. Los signos externos más obvios de un embarazo múltiple son el gran tamaño del abdomen y la forma ovalada del vientre (en lugar de redondeada) debido a que los fetos suelen empujar el abdomen hacia delante o hacia los lados.

Características este tipo de embarazos.

Estos embarazos resultan más agotadores y por eso el descanso es fundamental para la madre a lo largo de los nueve meses. El organismo de la mujer tiene que adaptarse a los cambios normales de cualquier otro embarazo, aunque el esfuerzo de cada órgano será el doble.
Las molestias también se multiplican, sobre todo al final de la gestación. Por eso es recomendable el ejercicio para fortalecer los músculos, aunque no después de la semana 24 del embarazo por riesgo de amenaza de parto pretérmino.
El nacimiento de gemelos suele adelantarse, produciéndose en la semana 37. El motivo principal es la falta de espacio en la cavidad uterina, lo que provoca que los bebés tengan un peso menor al nacer.

Parto en embarazos múltiples.

El parto de bebés múltiples depende de muchos factores incluidos las posiciones fetales, la edad gestacional y la salud de la madre y de los fetos:

  1. En general, en caso de mellizos, si ambos fetos se encuentran en posición cefálica (con la cabeza hacia abajo) y no existen otras complicaciones, se puede realizar un parto por vía vaginal.

  2. Si el primer feto se encuentra en posición cefálica, pero el segundo no, el primer feto puede parirse por vía vaginal, y luego el segundo feto es sometido a versión externa o nace en posición podálica (de nalgas). Estos procedimientos pueden aumentar el riesgo de problemas como el prolapso del cordón umbilical (cuando el cordón umbilical se desliza hacia abajo a través del orificio cervical). Puede ser necesario un nacimiento por cesárea de emergencia para el segundo feto.

El parto por vía vaginal puede realizarse en una sala de operaciones debido a los mayores riesgos de complicaciones durante el nacimiento y la necesidad de parto por cesárea. El parto por cesárea suele ser necesario para los fetos que se encuentran en posiciones anormales, por ciertos trastornos médicos de la madre y por sufrimiento fetal. La mayoría de los médicos tratando de prever eventualidades indican cesárea en casi todos los embarazos con más de un feto.


Aquí os dejo un video sobre los embarazos multiples, procedente del documental realizado por National Geographic. Este video en concreto es 'En el vientre materno: gemelos, trillizos y cuatrillizos', el tercero de la saga de vídeos sobre la maternidad.