Ahora bien, los síntomas si están bien reconocidos, por lo que se sabe cuándo es momento de preocuparse. Si la sensación de tristeza dura más de dos semanas, se hay desórdenes en el dormir (ya sea insomnio o exceso de sueño), existe un fuerte sentimiento de culpabilidad, la madre rechaza al bebé, o siente pánico, llora sin razón aparente, y muestra agresividad injustificada, definitivamente hay depresión y urge la visita a un médico.
La depresión postparto tiene niveles. Cuando se presentan algunos de los síntomas, pero se quitan en menos de dos semanas, es mejor llamarla tristeza postparto, y no tiene concecuencias serias. Pero, si por el contrario, las alertas persisten e incluso se agraban con tendencias al aislamiento, o inquietudes suicidas, se le conoce como depresión.
En caso de que sea la depresión postparto, ésta puede ser tratada con terapia o incluso con medicamentos antidepresivos, y por lo general es una condición que se supera.
Esta dolencia debe ser considerada seriamente, pues puede desarrollar en la mujer tendencias suicidas, provocar alucinaciones, e incluso llegar a derivar en una psicosis puerperal, la cual es una alteración mental que obliga a la hospitalización, y es muy grave.
El nivel leve o tristeza ataca a un 80% de las mujeres, y dura de dos días a dos semanas. Es el que llamamos periodo de ajuste para que la madre adopte sus nuevas responsabilidades y se acostumbre al bebé.
Pero volviendo a la depresión postparto, hay mujeres que se encuentran en riesgo de sufrirla, aunque debido a la falta de conclusiones, no se puede prevenir del todo. Sólo se sabe que la mayoría de las mujeres que han sufrido esta dolencia, se caracterizan por haber tenido un parto difícil, un embarazo peligroso, carecer del apoyo familiar o de la pareja, no desear al bebé, e incluso por baja autoestima e historial depresivo.
Cuando se tiene depresión postparto es bueno reconocerla a tiempo para no permitir que se agrave. Para esto hay varias medidas que puedes tomar para tratar de controlarte y sentirte contenta.
Primero, no te obligues a nada. Si bien, el bebé demanda tiempo y cuidados no debes dejar de tomar las cosas con calma ni sentirte presionada. Poco a poco se irán acoplando y de eso debes estar conciente. Ádemás, no dejes que la información que te dan otras pesonas te abrume, sigue las indicaciones del médico, del pediatra, pídele ayuda a tu madre o a tu compañero o incluso a una amiga, pero no dejes que controlen tu vida.
Cómo el bebé se despierta a deshoras, eso te cansará mucho y estarás ya cansada por el esfuerzo del parto, por eso es aconsejable que acomodes tu sueño a las horas de dormir del bebé, así descanasarás bastante. Luego, no te reprimas si deseas llorar, hazlo. Los sentimientos acumulados provocan explosiones posteriores no agradables.
Por último, levántate tú misma la moral. Trata de sentirte mejor contigo misma, date baños de relajamiento, busca un régimen de ejercicios que te ayuden a recuperar la línea, compra ropa nueva, haz planes con tu nuevo bebé a futuro, habla mucho con él, conversa y cuéntale lo que quieras. Y sobre todo no te obligues a hacer algo que no quieres.
El exceso de presión, el querer ser la madre perfecta pueden hacerte muy vulnerable. Tus miedos y dudas son normales, simplemente trata de no dejar que ellos tomen el control, y no temas buscar ayuda. La que mejor sabe qué tan deprimida eres tú, sólo tú puedes saber realmente cuando se te está yendo de las manos y necesitas ayuda profesional. No temas buscarla, pues no eres la única, ni eres una mala madre, simplemente requieres de un apoyo para entender y adoptar tu nueva vida.
Ser madre puede ser lo más maravilloso del mundo, pero para eso hay que tener la actitud, la disposición y el ánimo. No es tu culpa sufrir la depresión, sólo requieres el tratamiento y verás que pronto estará todo bien.